jueves, 9 de octubre de 2014

Presupuestos para el empleo

El gobierno de Mariano Rajoy tiene dos prioridades. El compromiso de mantener la unidad de España y el impulso a las políticas económicas y sociales que fortalecen el progreso y el bienestar de los españoles. Empezando por lo segundo, los Presupuestos Generales del Estado constituyen el marco en el que se establecen las prioridades económicas para cumplir unos objetivos, y los de este gobierno son el crecimiento económico y la mejora de la competitividad y la creación de empleo, que es el que sostiene el estado del bienestar, cuya mejora es primordial.

Lo primero que hay que resaltar, pues, de los PGE para el 2015 es que a pesar de las restricciones económicas a las que obliga el cumplimiento del déficit, no solo se mantienen sino que se incrementan las partidas destinadas al gasto social, que se amplían del 52,7% en el 2014 al 53,9% del total en el 2015. O sea, no se recortan las pensiones, la sanidad o la educación sino el gasto corriente de los ministerios, el pago de los intereses de la prima de riesgo que este gobierno se encontró en 650 puntos y ahora está en poco más de 100, y las prestaciones al desempleo porque el paro se ha reducido y se han creado más de 300.000 empleos. Es obligado recordar aquí que este Gobierno se encontró con un déficit no del 6% sino del 9%, o sea 30.000 millones de euros más de lo declarado, y que ha ido reduciendo para situarlo en el objetivo del 2,9% que exige la Unión Europea. Este esfuerzo, que todavía ha tenido que ser mayor porque las facturas de los proveedores estaban sin pagar y han aparecido gastos de todo tipo sin cuantificar, ha sido posible gracias al sacrificio de los ciudadanos y a las directrices de un gobierno que se resistió a una intervención reclamada por todos el año 2012 y cuyas consecuencias hubieran sido dramáticas. Pero gracias a estos esfuerzos se ha recuperado la confianza de los inversores internacionales, que vuelven a creer en nuestro país, y del Banco Central Europeo, que ha vuelto a abrir el grifo de los créditos y las ayudas indispensables para reflotar una economía hundida. Hay que recordar también que gracias a los auxilios europeos se ha podido sanear el sistema bancario, que estaba en bancarrota, y a pesar de las protestas de algunos nadie puede negar a la vista de sus beneficiosos efectos los resultados de la reforma laboral.

Y porque se ha reducido el déficit público a base de recortar el gasto improductivo sin tocar el gasto social, ahora se puede poner en marcha una reforma fiscal que supone un importante incentivo para las pymes, los autónomos y las empresas en general. Y para los ciudadanos, que tendrán una rebaja media del 12,5% en el IRPF, que será del 23% para las rentas inferiores a 24.000 euros al año y total para los que ganen menos de 12.000 euros. Es decir, los ciudadanos dispondrán los próximos dos años de 9.000 millones de euros en sus bolsillos para gastar o ahorrar y animar la economía, con incentivos a familias y contribuyentes con personas a cargo.

Las infraestructuras, que es la parte más visible pero no necesariamente la más eficaz de un presupuesto, crecen en el conjunto del Estado pero a un ritmo menor, como viene siendo la constante en esta legislatura porque hay que equilibrar las cuentas. En la provincia de Lleida asciende ligeramente la inversión en infraestructuras, aunque es cierto que a un ritmo menor porque las grandes obras públicas que han llegado a Lleida de la mano de los gobiernos del Partido Popular, como son el AVE y el Segarra-Garrigues, están ya finalizadas o casi. Algunos grupos políticos, que se apresuran más en criticar los presupuestos que en leerlos o entenderlos, sobre todo cuando están en la oposición, denuncian cifras que no son ciertas probablemente porque no han sabido o querido detectar todas las partidas.

Así, la dotación del ministerio de Fomento es de 32,6 millones de euros, 18 de los cuales son para la A-14, tramo Lleida-Rosselló, y la inversión del conjunto de los distintos ministerios en Lleida es de 36,2 millones. Pero es que el Estado, a través de sociedades mercantiles o empresas públicas, invierte también en Lleida 21,7 M, de los que 12,6 son para el Segarra-Garrigues y 2,8 para el abastecimiento a Lleida 3ª fase con el ramal a Benavent y los depósitos de Almenar y Alguaire. Cabe destacar también, entre otros, 700.000 euros destinados al monasterio de Vallbona, los 88.000 euros al Castell de Verdú y los EDAR en Térmens, Menàrguens y Alcoletge, y la travesía de Gerri de la Sal en la N-260. En cuanto al desdoblamiento de la carretera N-240, no es que el PP se oponga, es simplemente que no hay dotación presupuestaria porque los trámites previos a la ejecución de la obra no están resueltos y lo que se hace es arbitrar medidas a corto plazo como bonificar peajes en la AP-2. Pero es que a las dotaciones de 36,2 millones de euros más 21,7 millones de euros, hay que añadir 11,6 correspondientes al Programa 453A relativo al Plan PITVI de Infraestructuras, Transporte y Vivienda y la parte imputable a Lleida del nuevo Plan Estatal de Fomento de alquiler de viviendas, rehabilitación edificatoria y regeneración y renovación urbanas, que sería del orden de 22 millones de euros. Es decir, en total la inversión prevista en Lleida es del orden de 91,6 millones de euros, sin contar los riegos de Bolòs y Fenollet comprendidos en una partida del Desarrollo Rural o los riegos de compensación del embalse de Rialb margen derecha Peramola-Basella, que están incluidos en partidas de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Como puede verse, las cifras de los PGE de 2015 para Lleida son muy distintas a las que tanto critican los que cuando tienen responsabilidades de gobierno solo saben prorrogar presupuestos, recortar gastos sociales para destinarlos a propaganda y finalidades identitarias o para impulsar campañas intimidatorias que llegan hasta los propios domicilios particulares. Porque no tienen otra prioridad, en realidad es una obsesión patológica, que perpetrar un asalto a la democracia a costa de lo que sea, porque otra cosa no es incumplir la ley. A su respeto y cumplimiento para mantener la unidad de España es también a lo que se dedica el Gobierno de Rajoy. Como decía al principio de mi artículo, esa es la primera prioridad.

José Ignacio Llorens Torres
Diputado al Congreso del Partido Popular por Lleida

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