El gobierno de Mariano Rajoy tiene dos prioridades. El compromiso
de mantener la unidad de España y el impulso a las políticas económicas y sociales
que fortalecen el progreso y el bienestar de los españoles. Empezando por lo
segundo, los Presupuestos Generales del Estado constituyen el marco en el que
se establecen las prioridades económicas para cumplir unos objetivos, y los de
este gobierno son el crecimiento económico y la mejora de la competitividad y
la creación de empleo, que es el que sostiene el estado del bienestar, cuya
mejora es primordial.
Lo primero que hay que resaltar, pues, de los PGE para el
2015 es que a pesar de las restricciones económicas a las que obliga el
cumplimiento del déficit, no solo se mantienen sino que se incrementan las
partidas destinadas al gasto social, que se amplían del 52,7% en el 2014 al
53,9% del total en el 2015. O sea, no se recortan las pensiones, la sanidad o
la educación sino el gasto corriente de los ministerios, el pago de los
intereses de la prima de riesgo que este gobierno se encontró en 650 puntos y
ahora está en poco más de 100, y las prestaciones al desempleo porque el paro
se ha reducido y se han creado más de 300.000 empleos. Es obligado recordar
aquí que este Gobierno se encontró con un déficit no del 6% sino del 9%, o sea
30.000 millones de euros más de lo declarado, y que ha ido reduciendo para
situarlo en el objetivo del 2,9% que exige la Unión Europea. Este esfuerzo, que
todavía ha tenido que ser mayor porque las facturas de los proveedores estaban
sin pagar y han aparecido gastos de todo tipo sin cuantificar, ha sido posible
gracias al sacrificio de los ciudadanos y a las directrices de un gobierno que
se resistió a una intervención reclamada por todos el año 2012 y cuyas
consecuencias hubieran sido dramáticas. Pero gracias a estos esfuerzos se ha recuperado
la confianza de los inversores internacionales, que vuelven a creer en nuestro
país, y del Banco Central Europeo, que ha vuelto a abrir el grifo de los
créditos y las ayudas indispensables para reflotar una economía hundida. Hay
que recordar también que gracias a los auxilios europeos se ha podido sanear el
sistema bancario, que estaba en bancarrota, y a pesar de las protestas de algunos
nadie puede negar a la vista de sus beneficiosos efectos los resultados de la
reforma laboral.
Y porque se ha reducido el déficit público a base de
recortar el gasto improductivo sin tocar el gasto social, ahora se puede poner
en marcha una reforma fiscal que supone un importante incentivo para las pymes,
los autónomos y las empresas en general. Y para los ciudadanos, que tendrán una
rebaja media del 12,5% en el IRPF, que será del 23% para las rentas inferiores
a 24.000 euros al año y total para los que ganen menos de 12.000 euros. Es
decir, los ciudadanos dispondrán los próximos dos años de 9.000 millones de
euros en sus bolsillos para gastar o ahorrar y animar la economía, con
incentivos a familias y contribuyentes con personas a cargo.
Las infraestructuras, que es la parte más visible pero no
necesariamente la más eficaz de un presupuesto, crecen en el conjunto del
Estado pero a un ritmo menor, como viene siendo la constante en esta legislatura
porque hay que equilibrar las cuentas. En la provincia de Lleida asciende
ligeramente la inversión en infraestructuras, aunque es cierto que a un ritmo
menor porque las grandes obras públicas que han llegado a Lleida de la mano de
los gobiernos del Partido Popular, como son el AVE y el Segarra-Garrigues,
están ya finalizadas o casi. Algunos grupos políticos, que se apresuran más en criticar
los presupuestos que en leerlos o entenderlos, sobre todo cuando están en la
oposición, denuncian cifras que no son ciertas probablemente porque no han
sabido o querido detectar todas las partidas.
Así, la dotación del ministerio de Fomento es de 32,6
millones de euros, 18 de los cuales son para la A-14, tramo Lleida-Rosselló, y
la inversión del conjunto de los distintos ministerios en Lleida es de 36,2 millones.
Pero es que el Estado, a través de sociedades mercantiles o empresas públicas,
invierte también en Lleida 21,7 M, de los que 12,6 son para el Segarra-Garrigues
y 2,8 para el abastecimiento a Lleida 3ª fase con el ramal a Benavent y los
depósitos de Almenar y Alguaire. Cabe destacar también, entre otros, 700.000
euros destinados al monasterio de Vallbona, los 88.000 euros al Castell de Verdú
y los EDAR en Térmens, Menàrguens y Alcoletge, y la travesía de Gerri de la Sal
en la N-260. En cuanto al desdoblamiento de la carretera N-240, no es que el PP
se oponga, es simplemente que no hay dotación presupuestaria porque los
trámites previos a la ejecución de la obra no están resueltos y lo que se hace
es arbitrar medidas a corto plazo como bonificar peajes en la AP-2. Pero es que
a las dotaciones de 36,2 millones de euros más 21,7 millones de euros, hay que añadir
11,6 correspondientes al Programa 453A relativo al Plan PITVI de
Infraestructuras, Transporte y Vivienda y la parte imputable a Lleida del nuevo
Plan Estatal de Fomento de alquiler de viviendas, rehabilitación edificatoria y
regeneración y renovación urbanas, que sería del orden de 22 millones de euros.
Es decir, en total la inversión prevista en Lleida es del orden de 91,6 millones
de euros, sin contar los riegos de Bolòs y Fenollet comprendidos en una partida
del Desarrollo Rural o los riegos de compensación del embalse de Rialb margen
derecha Peramola-Basella, que están incluidos en partidas de la Confederación
Hidrográfica del Ebro.
Como puede verse, las cifras de los PGE de 2015 para Lleida
son muy distintas a las que tanto critican los que cuando tienen
responsabilidades de gobierno solo saben prorrogar presupuestos, recortar
gastos sociales para destinarlos a propaganda y finalidades identitarias o para
impulsar campañas intimidatorias que llegan hasta los propios domicilios particulares.
Porque no tienen otra prioridad, en realidad es una obsesión patológica, que
perpetrar un asalto a la democracia a costa de lo que sea, porque otra cosa no
es incumplir la ley. A su respeto y cumplimiento para mantener la unidad de
España es también a lo que se dedica el Gobierno de Rajoy. Como decía al
principio de mi artículo, esa es la primera prioridad.
José Ignacio Llorens Torres
Diputado al Congreso del Partido Popular por
Lleida
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