martes, 2 de julio de 2013

Derecho a Saber

El derecho a saber es el derecho que tenemos todos los catalanes a conocer la verdad. Con esta intención el Partido Popular de Cataluña, presidido por Alicia Sánchez Camacho, impulsa una campaña destinada a rebatir las afirmaciones gratuitas con las que los defensores del pensamiento único nos pretenden convencer de las supuestas “maravillas” y ventajas de una Cataluña independiente separada del resto de España. No nos inventamos nada, simplemente con datos reales y argumentos veraces queremos demostrar que la ruptura con España supondría para Cataluña una grave fractura social e importantes pérdidas económicas, que también se extenderían al resto del Estado.

1.- El derecho a decidir

El derecho a decidir, así en abstracto, es tan sugestivo como inocuo. Pero no nos engañemos el derecho a decidir lo que plantea en el fondo es el derecho a romper con España, y el ejercicio de un derecho tiene límites, los que marca el Estado de Derecho que regula la Constitución y que establece con toda claridad que el derecho a decidir sobre la integridad del Estado, nos corresponde a todos los españoles.

Existe una vía legal para la segregación de Cataluña. Es la reforma de la Constitución, que ante un asunto de tanta transcendencia exige unas mayorías cualificadas, unos requisitos y unos procedimientos que protejan la unidad del Estado de situaciones o estados de ánimo coyunturales difícilmente reversibles con posterioridad. Naturalmente, esa reforma de la Constitución no se puede conseguir sin un acuerdo de los dos grandes partidos estatales, hoy por hoy PP y PSOE.

La declaración unilateral de independencia no es una vía legal porque choca con el ordenamiento constitucional interno, ni esta amparada por el derecho internacional que sólo la contempla en situaciones coloniales y en caso de violación de los derechos humanos. Ninguno de los dos supuestos se da en Cataluña, que forma parte desde hace más de 500 años de España, que es la Nación mas antigua de Europa.

2.- Cataluña y Europa

Una Cataluña independiente dejaría de pertenecer a la Unión Europea. El Tratado fundacional de la UE establece con absoluta claridad que la segregación de una parte de un Estado perteneciente a la UE comporta su automática exclusión de la Unión. La incorporación de Cataluña como Estado independiente a la Unión Europea exigiría el Acuerdo unánime de los Estados que la integran, y no haría falta la oposición de España porque otros muchos Estados, Alemania, Francia, Italia,.... no querrían verse contagiados de ese peligro, que al final iría en detrimento del espíritu europeo que es el de la cohesión y la unión.

Por tanto, una eventual independencia de Cataluña nos dejaría al margen de todas las políticas comunes tales como la PAC, Fondos de Cohesión, libertad de circulación de personas, bienes y servicios y supondría un grave perjuicio para las empresas nacionales europeas e internacionales que tienen sedes en Cataluña. Por otra parte cualquier producto producido en Cataluña quedaría fuera de la unión aduanera.

Por último, cuando en 5 años de crisis en Europa se ha avanzado en la cohesión más que en 50 años, y en la antesala de la unión bancaria europea con una inspección única por parte del Banco Central Europeo, un solo Fondo de Garantías de Depósito y un mecanismo de salvamento común, sería sencillamente un disparate descomunal quedarse fuera de la Unión Europea.

3.- Impacto económico

Los separatistas centran exclusivamente el debate en un presunto déficit fiscal de Cataluña con España, lo que es una grave falacia que utilizan sin rubor. Primero porque son las personas las que tributan en función de su capacidad y no los territorios, de otro modo también podríamos decir que Barcelona tiene déficit fiscal respecto de Cataluña, o sus barrios ricos respecto a los más pobres.

Por otra parte no hay políticas socialmente más injustas que las que se basan en la insolidaridad. Que los más ricos ayuden a los más pobres es precisamente lo que le pedimos a Alemania en la UE, otra cosa es que la solidaridad pueda estar sujeta a límites razonables o que pueda operar en ambos sentidos. Como ahora en que el govern de la Generalitat percibió el año pasado y recibirá este año más de la mitad del FLA para afrontar una Deuda de 50.000 millones de euros, que sitúan a Cataluña como la segunda Comunidad más endeudada de España y de lo que no tiene precisamente la culpa Madrid.

Las balanzas fiscales, cuya cifra final es cambiante en función del periodo considerado y según los expertos neutrales está maquillada, no puede aislarse de otras balanzas. Así, nadie discute que Cataluña tiene un superávit comercial positivo con el resto de España de cerca de 22.000 millones de euros, y que vende más al resto del Estado que a los 186 países del resto del mundo juntos. Así, por ejemplo, vende más a Murcia que a Estados Unidos y más a Aragón que a Alemania. Concretamente, Cataluña vende al resto de España 48.623 millones de euros, cinco veces más que los 9.285 millones que vende a Francia, y si tenemos en cuenta que el comercio entre Chequia y Eslovaquia disminuyó un 65% tras su separación, no es aventurado pronosticar un grave deterioro del flujo comercial de una Cataluña independiente con el resto de España.

Tampoco se habla con claridad sobre los efectos de la ruptura sobre una hipotética Seguridad Social catalana, que ya ha sido deficitaria en el 2012 porque los gastos superan en más de 3.770 millones de euros a los ingresos. Es decir, las cotizaciones que pagan los 3,7 millones de personas activas no cubren los gastos necesarios para sostener 1,2 millones de pensionistas y los más de 800.000 desocupados que hay en Cataluña.

4.- Otras consideraciones

Hay preguntas que no tienen respuesta. Por lo menos serías, porque francamente pedirle al ejército francés la defensa del territorio de una Cataluña independiente no deja de ser una burla a la inteligencia del ciudadano. Todavía no hemos oído quien se haría cargo de la deuda de la Generalitat, ni cual iba a ser la moneda de nuevo cuño, ni en cuanto habría que devaluarla para mantener la operativa comercial.

Por último, aunque habría que situarlo en primer lugar, la división y el enorme desgarro que iba a producir en Cataluña la ruptura es inocultable al margen de mayorías, que hasta ahora en todas las elecciones generales han optado por opciones no independentistas, y en las últimas autonómicas no le dieron al Sr. Más la mayoría excepcional que pedía para romper con España.

José Ignacio Llorens Torres
Diputado al Congreso del Partido Popular por Lleida
Presidente de la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el Congreso de los Diputados

No hay comentarios: